miércoles, 30 de noviembre de 2011

¿Como formar en la AFECTIVIDAD?

En primer lugar se debe asegurar los mediadores que son requisitos para la didáctica afectiva. Los mediadores de la afectividad son los lugares de socialización inmediata de las personas, lugares donde las competencias afectivas hacen su desempeño. Estos son: La familia, colegio y amigos. El desarrollo de la enseñanza de competencias afectivas, consta básicamente de tres fases: Afectiva, Se muestra al estudiante, el sentido que tiene el nuevo aprendizaje y el objetivo del mismo. El para qué aprender. Luego, la fase cognitiva comprende los contenidos, es el qué se debe saber para ser un competente afectivo y, por último la fase expresiva, que consta del instrumento cognitivo (ideogramas), la simulación y retroalimentación de lo aprehendido. En este momento el estudiante es consciente de su conocimiento, lo puede expresar con total sentido y puede ejercitarlo en cualquiera de los lugares mediadores de su afectividad.

Para el logro de esto, debemos apropiarnos más de los principios y valores legados por Don Bosco, quien nos propone una pedagogía activa, en el sentido de presentar experiencias auto estructurantes a los estudiantes, reconociendo en primera instancia los recursos internos de los jóvenes como posibilidad de crecimiento, pues el auténtico desarrollo de los individuos proviene de su interior. Don Bosco fue un convencido de que el joven posee todo el potencial para su propio desarrollo. Pero para lograrlo, el educador debe situarlo en contacto con realidades que respondan a sus intereses, así como ofrecerle un ambiente rico en recursos que lo conduzcan a convertirse en protagonista de su propio proceso de aprendizaje .Don Bosco decía: “La educación es cuestión del corazón”. Esta frase tan sencilla nos orienta hacia los pilares del Sistema Preventivo, como las actitudes que el educador debe encarnar en la práctica pedagógica, creando ambientes educativos favorables a través de un liderazgo afectivo. Por ello, el AMOR es el principio supremo del Sistema Preventivo. El educador salesiano ama a los jóvenes y se hace cercanía amable que produzca familiaridad por medio de gestos comprensibles que estimulan la confianza y crean relación afectiva. En otra palabras, a través de la caridad pedagógica propiciemos con nuestros estudiantes relaciones filiativas, acompañándolos y asesorándolos asertivamente. Para ello, debemos cultivar en nuestra vida y práctica docente aspectos como: El ambiente educativo: debe ser rico de humanidad, de alegría y de esfuerzo, caracterizado por la comunión entre educadores y jóvenes, el clima de familia, la  confianza y el diálogo. Este tipo de relaciones aumentan la felicidad, producen entusiasmo en la realización de actividades  cotidianas y aumentan la autoestima de los estudiantes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario